Un paseo, uno de los pocos disfrutes donde no importa ir solo o acompañado, el entorno que rodea llena las expectativas e invade el vacío más primario, un placer sencillo, un paseo por una ciudad que es sinónimo de LOEWE.

Emilio Valeros, nariz de la marca, ha creado unas fragancias únicas cuyos nombres rinden homenaje a la ciudad: Las tardes de caprich, El cielo sobre la Plaza de Oriente, Ópera en el Teatro Real, El 8 de Gran Vía, Amanece en la bella Cibeles, Un balcón sobre el Paseo del Prado, Descubriendo Colón, Tertulia en la Plaza Mayor.
Ópera en el Teatro Real
Testigo de grandes noches y espectáculos, de mascaradas y pasiones es esta fragancia empolvada y de fondo amaderado con pétalos de jazmín, sándalo y vainilla. Un lugar donde dar rienda suelta a la imaginación, donde dejarse llevar por el sonido de la música, las luces de los focos y el aroma de esta fragancia.
El cielo sobre la Plaza de Oriente
Desde estos bellos jardines la vista se pierde en las intrigas palaciegas de sus esquinas, entre notas de jazmín, nerolí, jenjibre y absoluto de cacao. Una fragancia a medias entre el sueño y la realidad que invita a descubrir un lugar que nos lleva perderse y encontrarnos entre sus bancos de piedra
Amanece la bella Cibeles
Las primeras horas del sol bañan de rosa a la diosa griega, para esta fragancia femenina y floral con la combinación de iris y rosa y un fondo delicado de almizcle y vainilla. Un lugar que respira puro Madrid, que se viste de sus habitantes y visitantes, lugar de paso y de reunión
Un balcón sobre el Paseo del Prado
Con los árboles centenarios como compañeros en este paseo por el corazón y la cultura de la ciudad, surge una fragancia en la que destacan las notas florales de ylang ylang y rosa y el toque de madera de cachemira. Los pasos y la vista se pierden entre los museos, los cuadros y el aroma de la pintura que se respira es pura vida.
Tertulia en la Plaza Mayor
Centro histórico de la ciudad, cada ventana de sus edificios está presente en esta fragancia a través de la pimienta negra, el agua de rosa, la flor de azahar y el sándalo. Con el eco de conversaciones pasadas y futuras, el paseante se sumerge de lleno en esta fragancia intensa y llena de matices.
Descubriendo Colón
Igual que la estatua que señala al Nuevo Mundo, esta fragancia nos transporta a parajes desconocidos a través de sus notas de nuez moscada, bayas de pimienta, haba tonka y almizcle. Una fragancia que invita a la aventura de descubrir lugares especiales, que nos lleva envolandas a lo desconocido, a la pasión.